LXIII Edición: Temporada de lluvias

Author: Hugolina Finck

De oro vivo

–A ti te lo cuento porque tú eres la persona que más me comprende:
Parecía un aerolito o una estrella fugaz, todos lo vimos aterrizar en plena zona deportiva. Estábamos de vacaciones y era primoroso ver que de la cúpula del cielo se desprendía una estrella llamada helicóptero y llegaba a la Tierra, cerca de nosotros.
Cuando aterrizó todos dijimos: -Vayamos hacia donde llegó, seguro que encontraremos al menos el hoyo que produjo al “caer”- y lo encontramos era una cavidad de veinticinco metros de largo por quince de ancho […] Leer

Abeja

En la orilla de la ciudad, un jardín; en el jardín, un rosal; en el rosal una rosa y en la rosa una abeja.
Esa abeja es como yo, estoy zumbando mis desilusiones porque no encuentro el néctar en las flores. Las flores están dormitando, no tienen la voluntad de producir néctar y su polen está tieso, se les pega, se les adhiere como una lama, polen saturado de plomo. ¿Para qué sirves?
odos los días pasa lo mismo, mi marido llega estresado porque la ciudad esta sedienta de limpieza. No está límpida porque el smog la satura […] Leer

Mi pleyel

Cuando mi tatarabuela nació, el cinematógrafo no se había inventado, pero las tardes no eran aburridas porque las reuniones sociales eran a diario: para bordar, platicar, leer ante toda una concurrencia y desde luego, para platicar sobre la Biblia, el libro más leído, más comentado, más antiguo y más traducido.
Casi todos los capitalinos eran poetas, bien sabían versificar y casi todos sabían tocar el piano o el arpa, para poner fondos musicales a cualquier recitador.
En los tiempos de mi bisabuela […] Leer

Sonriente

Ella, la Sarcástica, sonreía.
Él quizás, estaba muy aburrido; ya había trabajado mucho, primero lo primero, después lo segundo, y así se siguió hasta llegar al final.
Ahora, ya cuando estaba por concluir su trabajo, se le presentaba una idea muy buena, la que lo llevaría al término de su labor, tan creativa, tan lúcida, en realidad insuperable porque nadie, absolutamente nadie, podría igualarlo. ¡Él era perfecto!
La Sarcástica sonreía, porque verlo feliz era algo bueno.
Él se había dado a sí mismo […] Leer

El kraken

¡Creo que es mejor embarcarse, que quedarse en una triste habitación!
Es el monstruo más indeseable que tiene el mar, se llama kraken y su forma no está bien definida; parece que es menos grande que la ballena azul; tiene el cuerpo cubierto por escamas a pesar de ser un molusco; la sangre caliente, tanto, que bien puede hacer hervir el agua que lo rodea; a veces pone huevos y otras pare viva a su cría; presenta una gran prolongación de piel escamada a lo largo de la espalda, desde la baja cadera, y remata en su cabeza formando una corona […] Leer

De eros, el resplandor

LUNA LLENA – Redonda, aperlada y reluciente me dice que me deje conquistar pero no veo a alguien que quiera venir a mí. Redonda, aperlada y reluciente me dice que me deje amar pero no tengo a alguien que a mi lado esté y quiera darme su cariño. Redonda, aperlada y reluciente está la Luna Llena pero también está loca porque a mi lado nadie hay, que me quiera amar. Te haré caso Luna Loca… mientras alguien llega, abriendo mi ventana tomaré un baño de tus rayos de Luna Llena.
CALOR SIN MAGIA – Eran las diez […] Leer

Estrella

A veces la tinta no fluía; la pluma se movía presurosa; encima de esa hoja tan cara, tan difícil de construir; volaba cual si tuviera alas, porque a la mente del escritor llegaban las palabras presurosas y magníficas. El papel se fabricaba con cañas húmedas, molidas y después prensadas; se gastaba mucha agua para hacer alguna hoja y el agua también era muy cara porque debería ser dulce, la dulce escaseaba. A la mente del escritor llegaron unas palabras […] Leer