LXIII Edición: Temporada de lluvias

Category: XVII Edición (Temática: Patologías de la mente)

Locura descontrolada y ¿liberadora?

Hace un calor de aquellos y en cuanto salgo de dar mi clase de bioquímica en la UNAM, el sol acaba de pasar exactamente sobre nuestras cabezas mi sombra se empequeñece al máximo y entonces en una reflexión llena de locura, es que me percibo como ser luminoso, luminoso y ansioso. ¿Cómo no estar ansioso cuando la sombra que es parte de mí es pequeña y el blanco brillante del sol se manifiesta desbordante de todo y la sed atenaza mi luminosidad? Leer

La voz en el balcón

Los gritos del perico despertaron a Pablo. Otra vez. Tenía la costumbre de cantar diario a la misma hora, especialmente en domingo. Un día, harto, Pablo tocó con furia la puerta de Martha, su vecina. Ya no se quedaría callado, odiaba a ese perico. Tocó y tocó hasta que una voz aguda le dijo -si buscas a Martha, no está. Salió temprano.- Sólo quiero decirle que detesto al perico, que yo no sé que voy a hacer para que se calle la próxima vez que empiece a cantar. -Pues tú no eres el mejor vecino […] Leer

El cerro detrás del pabellón

Es que me da miedo caminar por la calle y que no me importe si la acera se acaba o continua por donde pasan los coches. Rara vez he cruzado una calle sin voltear hacia los dos lados, eso es que me da miedo, cruzar sin zapatos, ver el cerro que está enfrente, o más bien, la sierra y subir hasta algún punto –que no a la cima— y quedarme ahí unas horas. Temor porque sea una caminata hacia ningún sitio, más bien sólo un recorrido hasta un punto cualquiera en el que me siente en el piso. Leer

Los fantasmas de Dany

Sentado frente a la ventana Dany espera, ansioso, a Emilio. Está seguro de que el abuelo va a venir… «tal vez llegue solo… pero… ¡ojalá venga también la abuela Myriam!» piensa, y se le iluminan los ojos. Se acerca la hora de la siesta y el cansancio lo vence, recuesta la cabeza en el sillón y se duerme. Amanda, hija única de Emilio y Myriam tenía otros tres hijos, pero Dany, tal vez por ser el más pequeño, o por haber sobrevivido a una tragedia −la muerte de su hermano gemelo al nacer […] Leer

El Lenchito

El Lenchito era dos años mayor que yo, su abuela Luisa y mi madre eran buenas amigas. Él tenía la virtud de reproducir los ruidos que hacían los perros no sólo al ladrar, sino también en el retozo o cuando estaban echados. Además, ronroneaba como los gatos y reproducía el piar de las cocochitas y las palomas. Cuando jugábamos, de su boca salía el trote de los caballos y el correr del agua si se nos atravesaba un río. Un día llegó el Circo Osorio y mientras algunos trabajadores levantaban la carpa de dos pistas […] Leer

El récord

Ella sólo sabe que quiere batir un récord. No importa cuál, pero necesita que su nombre aparezca en algún lado, aunque sea en un comentario perdido de una revista barrial. Una triste nota, apenas visible, escrita por un periodista aburrido quien por carecer de material nuevo, y en un intento de auto salvataje laboral, incorpore a último momento su hazaña para conservar su mediocre puesto de trabajo. Aunque sean tan sólo dos líneas tristes redactadas con total carencia de talento literario […] Leer