LXIII Edición: Temporada de lluvias

Casas en el cielo

Hasta muy grande creí que me había traído la cigüeña; no de París, sino del Cielo donde vivíamos todos antes de nacer. Una vez le pregunté a mi madre que cómo era el Cielo; me dijo que era un llano muy verde bordeado por un río donde había muchas vacas, chivos y cochis. Yo me imaginaba a las vacas y a los chivos pastando, y a los cochis revolcándose en los lodazales del río. Allá, mijo, nadie sufre hambre y cada quien come lo que quiere. A mí no me gustaban los huevos ni la avena y me decía: allá siempre desayunaré hígado o chorizo; a mí no me gustaban las sopas ni las verduras, allá comeré machaca o birria; a mí no me gustaba la leche ni los camotes, en el Cielo siempre cenaré riñones o tripa asada. Claro, todo iría acompañado de frijoles, queso y tortillas, alimentos inherentes a la vida. Amá, ¿hay casas en el Cielo? Sí, cada familia tiene una casa bien grande, en una de esas casas están tu abuelo Félix y tu abuela Marcelina y cuando tú y yo nos vayamos, viviremos con ellos; tu papá tiene que decidir si se viene con nosotros o si se va con tu abuela Alejandra y tu abuelo Febronio; yo quiero mucho, mucho a tu abuelo, pero no aguanto a tu abuela Alejandra; ahí tu papá sabrá a qué casa se quiere ir. Yo creía que todos nacíamos como éramos; que mis padres habían nacido de edad madura; mis amiguitos y yo, como niños; y mi tía Chu y mi tío Mundo, siendo viejitos; que así como éramos en la Tierra, así habíamos sido y seríamos en el Cielo. Por eso siempre me imaginaba en el llano jugando a los encantados, a la peregrina, a los carritos, a los caballos. Amá, ¿y en el Cielo hay noche? Sí, pero no hay focos ni postes de luz; allá la luna siempre está llena, la oscuridad es clara, cristalina y no existen los espantos; en la madrugada, la luna se pierde debajo de la tierra y se mete en una cama grande que comparte con el sol; a veces llega titiritando, cubierta de escarcha; entonces el sol la acaricia toda para calentarla, pero el sol sabe que tiene que salir y mientras se aleja, le canta una canción de cuna:

Arriba del Cielo
torearon un toro
con llaves de plata
y cadena de oro…

Créditos de la imagen: PxFuel, https://www.pxfuel.com/es/free-photo-exjzm

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