LXIII Edición: Temporada de lluvias

Sólo para tus oídos, Querida

Requiere de uno para observar y reconocer al otro. Los adjetivos que se le han dado a ese ser insignificante, las calificaciones de aquellas cosas que ha provocado, los alcances de su capacidad para seguir expandiéndose, su acelerada habilidad de adaptación, su maestría al disfrazarse y demostrarse como callado y casi imperceptible o estruendoso y destructivo, su aparente autodeterminación que corona su contagiosa y radiante aura. Virtud de aquellos que lo huelen y saborean, ya que desnudan con antelación sus intenciones y movimientos y, al mismo tiempo, anuncian la pérdida que han sufrido.

Ya sea viendo a los cargadores de féretros, viendo los informes de diferentes lugares, viendo números y datos sobre curvas, líneas, patrones, casos, aumentos o disminuciones, viendo la propagación de noticias “falsas y verdaderas” de un lado al otro, viendo las expresiones de sueños y deseos en formato de 180 páginas o 1080 pixeles de diez minutos o en dos horas y media de largometraje; pareciera que el culto a la distracción se ha convertido en la actividad principal de varios millones de seres que comparten el evento colectivo actual de vida recluida.

La distracción surge al no escuchar, no hacemos contacto a través de nuestras voces. No nos reconocemos en las ondas que surcan los vientos. La negativa a oírlo ha dado pruebas, interpretadas como positivas, de su existencia. Muchas vidas ya han pasado, muchas voces ya se han perdido. Parece inatajable e irreversible el efecto de nuestra moción. Nuestro tiempo juntos ha significado desgaste y posterior degradación. Debemos hacernos preguntas distintas.

Dada la imposibilidad actual, de ese hoy más inmediato, esta huella dejaré.

Atentamente.

1 comment

  • Patricia escribió

    Un paisaje perfecto aire,sol,arena y agua,un tanto vacío. La carta la escribe alguien que sabe de un ser diminuto ,muy pequeño que ha logrado hacer una pausa para los seres humanos,y un respiro para nuestro planeta.
    Me encanto este momento y carta porque no hace volver a nuestro inicio y plantearnos nuestra vulnerabilidad y fragilidad en nuestro mundo,
    aprovechemos para cambiar nuestras costumbres nocivas y salgamos con nuevos planes y cambios personales y colectivos.
    Para un mundo mejor.

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