LXIII Edición: Temporada de lluvias

Soy un ser que emite luz

Tengo el hábito de ver mi brazo elevado al dormir, de fondo la pared blanca, todo está oscuro. Lo miro fijamente. De repente aparecen canales, circuitos de luz en mi brazo y mano, y lo más emocionante es que a su alrededor comienza una luminosidad blanca, brillante, pequeña, y enseguida una nube blanca grande. Comencé a investigar a que se debe esto.

Científicamente comprobado en el siglo XX, Alexander Gurwitsch descubrió que los seres humanos emitimos luz, en realidad esto se sabe desde hace miles de años. Esta luminosidad se llama aura y el responsable de toda esta luz se llama sol. Los científicos siguen investigando, pero todo es tan sencillo de entender. Ahora a esa energía le llaman fotón, en otras culturas le llaman, Qi, Chi, Prana. Nosotros, al respirar o estar en contacto con el sol, absorbemos esta energía o fotones que se almacenan en nuestras células a través de los nadis, o medirianos, que son circuitos o cableado del llamado sistema nervioso. Hay de dos tipos, físicos y psíquicos, y unos muy finos que están junto al sistema nervioso que al entrar en contacto a las células penetran y ascienden por el canal principal llamado Shushumna o sistema nervioso autónomo. Suben por la columna vertebral por un canal llamado Nadi Brahma, que éste se encuentra dentro de otro canal o meridiano. El sushumná nadi empieza en la base de la columna y llega hasta la coronilla en la cabeza por el centro de la columna vertebral. Su función es iluminar.

El cientifico Poop y sus colegas decubrieron que cuando una célula está por morir emite una radiación biofotónica cientos de veces mayor que la que emite normalmente. Nuestras células requieren energía para realizar funciones y mantener su estructura. Sin energía nos sentimos cansados, débiles, en desequilibrio y es cuando comienza la enfermedad. Ahora se sabe que es importante tomar baños de sol. Antiguamente se sabía, a través de una terapia holística, la helioterapia, que sin fotones la vida se extingue, colapsa.

Ahora se sabe que los seres humanos brillamos y que este resplandor o aura va cambiando a lo largo del día en función de nuestro reloj biológico, la luz que más emitimos es a la primera hora de la tarde y se va reduciendo casi a desaparecer en las horas nocturnas.

También es importante comer luz y lo ideal es hacerlo a través de frutas, verduras crudas, frescas, silvestres, que sean ecológicas, que sean ricas en biofotones y se consideren alimentos con luz. Se almacena la misma, se busca una salud optima.

Una pequeña guía: flores, frutas, frutos secos, semillas, hojas verdes, raíces y tubérculos, cereales y legumbres.

Abrazo de luz.

Créditos de la imagen: Pixabay, 586215, https://pixabay.com/photos/photoshop-space-universe-heaven-2845779/

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