La cosa está que arde
XXIX Edición (Temática: Incendios)07 de junio de 2021Aplícale más cera en ese rincón falta un poco.
Esta casa tiene como quinientas tablas, la próxima vez hago la tarea a tiempo para que no me castiguen con la encerada de este rancho.
¡Vamos! ¡Apurémonos, que la reunión con los compas es a las ocho de la noche!
– Yo riego la cera y tú la esparces, después te subes en la brilladora y yo la manejo, así nos va a rendir más.
– Hay que avisarles a todos que tengan mucho cuidado mientras está fresca, es muy resbalosa y caliente.
– Oigo pasos que suben por las escaleras que vienen de la calle, es Rubén Herrera.
– ¡Buenos días, muchachos! ¡Ah, les tocó la enceradita! ¡Seguro no hicieron los deberes! Hoy toca partido con la gallada de Roldanillo, vengo a ver si el joven que viene a jugar conmigo, de esta casa está listo.
– Por ahí salió todo apurado porque le faltan cordones para los guayos.
– Como siempre algo le falta, si no fuera buen jugador no lo esperaba, ¿por ahí viene ya? ¡Lo escucho alegando!
– ¡Vamos, vamos, a ganarles a esos troncos!
– ¡Chao, chao! ¡Ay los vidrios!
– Ya llevamos más de la mitad, son como las dos de la tarde. Prenda la radio así nos damos cuenta cómo está la vaina. ¡Escuche, escuche!
– ¡Son las catorce horas y once minutos! A esta hora de la tarde hay bloqueos en la carretera que va de la Estelia a la Uribe, también está bloqueada la vía que lleva a Corozal salida al Alambrado.
– ¡Qué bien hermano!, la gente está duro en la resistencia, apurémonos tenemos que llegar a la reunión de la noche con los compañeros.
– Estamos terminando, son las siete de la noche.
– ¿Qué llevamos para el encuentro con los amigos?
– Llevemos unas chelas, algo de queso y salchichón.
– Yo tengo escrito en unas hojas un orden del día para proponerlo, también quiero llevar el código civil, la declaración de los derechos humanos, y la constitución política de este paisucho.
– Llevemos la merienda, unos abrigos para el frío, de los textos sólo la declaración de los derechos humanos.
– Esa vaina de códigos, constitución, déjalos por ahí tirados.
– ¡Vámonos!, son las siete y treinta, hay que llegar a tiempo. Caminemos por la calle Miranda, crucemos por el café Viejo Volga y por ahí subimos al Porvenir.
– ¡Porvenir ojalá!
– Ya estamos llegando. ¡Hola a todos! ¿Cómo están?
– ¡Bien, hermano!
– Listos para acordar acciones.
– ¡Listos!
– ¡Comencemos!
– Esperen un momento, me está llegando una llamada al teléfono, ¡aló, aló!
– ¡Uy hermano la casa que ustedes estaban encerando se está quemando!
– ¡Se armó un incendio el berraco!
– Alguien dejó caer un fósforo encendido y esa cera es muy combustible.
– ¡Que se queme ese rancho! Ya estaba muy destartalado y abandonado, como tantas cosas en este país.
– ¡Hermano en el piso de la casa quedaron los libros que contienen los códigos y la constitución política!
– ¡Que se quemen! ¡Que se vuelvan ceniza!
Me gusta el trabajo en grupo, en bola, en combo, en gallada.
Me gustan las orgías literarias.
Aprendí en esta lectura algunas expresiones de modismos ¡Gracias por ello!