LXIII Edición: Temporada de lluvias

El verdadero miedo

Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros.
Sobre él, todo aquel que amas,
todo aquel que conoces,
todo aquel del que has oído hablar,
cada ser humano que existió vivió su vida.

Carl Sagan

La Peste Negra ha sido la pandemia con mayor mortalidad en la historia. Sucedió en el siglo XIV, duró diez años y mató aproximadamente a doscientos millones de personas. En ese siglo no había la población ni la ciencia que hay hoy en día, y no había pandemia previa para comparar o conocer qué se podría hacer en esos casos.

El virus del año 2020, COVID-19, afecta a una población más especifica que todas las pandemias previas que han existido en la historia del mundo. Hay más personas recuperadas que muertas por este virus. Las principales causas de muerte en el mundo siguen siendo otras, como problemas cardiovasculares o diabetes.

Con este nuevo virus en nuestras vidas, nos dijeron los medios de comunicación que la única manera de atacarlo era con distanciamiento social. La sociedad a partir de ese momento, a mi parecer, se dividió en dos. Los que decidieron aprovechar el momento para aprender cosas nuevas, arreglar problemas en casa ya fueran emocionales o físicos, o ver que iba pasando con la pandemia poco a poco.  Y por el otro lado, los que se lo tomaron literal, prácticamente viviendo como ermitaños en sus propias casas.  Sospecho que a esta mitad es a la que no les gustó lo que empezaron a ver día con día. ¿Que habían hecho de sus vidas?, ¿que habían hecho con la vida de los demás? Me gustaría pensar que todos se quedaron tranquilos con su conciencia limpia. Tan limpia como limpian absolutamente todos sus artículos con antibacteriales.

Cuando empecé a ver a cierta gente limpiando sus manos tan vigorosamente con agua y jabón, y después antibacterial, y nuevamente con agua, y jabón porque no fuera a ser la de malas, me comencé a preguntar si también estarían limpiando sus verdades, sus miedos y sus angustias. Raúl del Olmo, ensayista contemporáneo, habla del miedo diciendo que, “es probable que el miedo sea saber, en el fondo, que las cosas podrían ser de otra forma y quedarnos quietos en vez de hacer algo”.

He oído constantemente sobre el horrible año que estamos viviendo, y el desperdicio de tiempo que hemos tenido todos este 2020. Nadie lo quiere ver como una oportunidad, y si lo seguimos viendo como lo peor que nos ha pasado en la vida, entonces quiere decir que no estamos poniendo atención, y va a volver a pasar una y otra vez hasta que nos demos cuenta de que es tiempo de cambiar.

Ésta ha sido la oportunidad perfecta para transformar la forma de ser de todos nosotros. Hacer algo con nuestros miedos, ser introspectivos, ser críticos de nuestras propias vidas y mejorar de una vez por todas para alcanzar el potencial de cada uno de nosotros y ayudarnos a mejorar como humanidad, nuestra casa, nuestro planeta, y nuestras familias. Para que las próximas generaciones no solo vean como luchamos contra un virus, si no que también vean como luchamos contra todo lo que habíamos aprendido y cambiamos lo que pudimos para ser mejores personas. No hay lucha más noble que la de uno mismo con su propio ser. Que nos veamos a nosotros mismos como nuestro propio héroe.

Así que, gracias totales COVID-19.

Como humanidad, le tenemos mucho miedo a la muerte.

“La vida no es estática, se mueve y se transforma constantemente, es caprichosa y es incierta. Y en medio de ese caos, uno navega, controla lo que puede controlar y se pone a salvo de lo que puede ponerse a salvo, uno trata, lo más que puede, de esquivar las desgracias. Pero, cuando no hay manera de escapar la tormenta…entonces…es cuando uno le entra a la batalla de la vida … de ser posible … con heroísmo

Odin Dupeyron.

¿De qué nos sirve esquivar las desgracias entonces? ¿De qué nos sirve aislarnos y alejarnos de todo lo que conocemos? El simple hecho de poder movernos, y hacer algo al respecto de todos nuestros miedos y angustias, es la simple definición de estar vivos. ¿Por qué no simplemente aprovechamos que podemos cambiar, movernos, sentir y seguir adelante? Los que se han ido de esta vida, gracias a este virus o algún otro acontecimiento, son los que verdaderamente están quietos. La batalla de la vida ya no es suya para luchar, es nuestra, de los que respiramos y vivimos y podemos transformarnos con esta vida que no es estática.  

Nos aterra pensar en lo insignificante que somos. Pero los grandes temas humanos como lo son el amor, el tiempo, el perdón, la consciencia, entre otros, son los que nos hace la especie más grandiosa en el universo. Estos elementos solo los logramos los seres humanos. Y los logramos de la única manera en la que podemos, saliendo a vivir, de preferencia, con menos miedo.

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