LXIII Edición: Temporada de lluvias

Última agarradera

Madrugada fría
árida
busco una estrofa para cobijarme

Los rascacielos se borran
se vuelven niebla marmórea
sobre un desierto de Marte

las rocas con sus aristas
a veces lanzan fulgores
como si de repente
en la quietud
parpadearan

ni una lagartija
ni una tira de yerba

El amanecer llega seco

Soy la borra en la taza
el calor de las aceras a veintiún grados bajo cero
soy la voz de la hache castellana
la dicha que ha llegado a la sala de emergencia en silla de ruedas
soy el salitre incrustado en la piel de los zapatos
el orgasmo de la Virgen
soy la gorra caída del migrante en una estepa de Arizona
el mensaje enviado a un domicilio electrónico que no existe
soy la mirada del ciego
el ronquido del insomne
soy las caricias del tunco
y la luz de la luna nueva

Me seca esta borrosidad
mi alma se vuelve yerma

tepetate es mi existencia
con el agua ya no sueño

se han extinguido los bosques
volaron todos sus ruidos

ahora anhelo pequeñeces

guijarros y arena en las manos

Solo en el páramo
revivo un verso

intento escarbar
y se quiebran uñas

tierra vuelta cantera
chillido de clavos

cárcel infinita
planicie desierta

Pasos de osamenta
hilachas de cecina

cauces sin médula
calavera hueca

cabello pensante
letanía enjuta

polvareda de sílabas
sentencias sin verbo

Horizonte de cenizas

Tempestad magra y fría

Planta que anhela la punzada de un guijarro
—-coyunturas que rechinan
tarsos y metatarsos revestidos de polvo

Frío sin emoción
indiferente al hueso

Me estrello contra el suelo
—-vuelan costillas 
——–clavículas

y como pájaros
regresan

Estoy en mi origen
en mi nido
en mi osamenta
en el indestructible

No tengo párpados
y parpadeo

De la carne
pocas hilachas

Cuando me hablo a mí mismo
siento los labios y la lengua

El esqueleto en su búsqueda
sin cerebro piensa
y sin ojos ve

Separo los dientes de arriba
de los de abajo

introduzco las falanges de un índice

hurgo al fondo
en un rincón de la mandíbula

subo al paladar
lo restriego
buscando el sonido

una vocal
el ruido amorfo
de una consonante

Huesos mudos
soy

Luz brisada
de puntos secos
——–opaca

ni frío
ni calor

añoro palpar el hielo
la lumbre de la leña

morder verduras
——–nueces
fiambres

No hay estómago
——–ni músculos

no hay hambre

Nada avanza
nada se mueve
sólo yo me muevo
de ningún lugar
a ningún lugar

No soy huesos
ni polvo

El esqueleto
——–última agarradera
en la Consciencia

Ella es lo real

sin materia
sin devenir

no va a ningún lado
no está en ninguna parte

Créditos de la imagen: Pixabay, padrinan, https://pixabay.com/photos/tag-clothing-paper-fashion-figure-3425877/

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