Convulsiones
XVIII Edición21 de diciembre de 2020Abrumador mundo de imágenes en el que estamos, en el que nos situamos, en el que nos situaron. Nuestra memoria se llena y se vacía, aquella información que relegamos al compendio infinito de las nubes y cada archivo nuevo que ocupa un lugar en nuestra mente, reconfigura nuestras nociones de realidad. Sin ninguna resistencia dejamos que las pantallas nos digan qué podemos y debemos almacenar y qué desechar. Como una suerte de aquel personaje de la película Memento (Nolan, Christopher, 2000) en que no somos capaces de construir recuerdos inmediatos por la ausencia de memoria a corto plazo, nuestra posibilidad de tomarse una pausa y generar criterio se ha desvanecido por la idea de que tenemos que congelar el momento vivido, tatuarnos la primera impresión de esa nueva experiencia, escribir al pie de una foto la información vital que describe esa instantánea.
Con el pasar de los años y de mis inquietudes sobre los medios y las imágenes, me voy dando cuenta de lo encerrados que estamos en nosotros mismos. Creemos que las ideas que saltan a la mente son propias, donde nadie más participó, donde no hubo otros actores, otros protagonistas. Vemos hacia atrás a esos seres vitales para nuestra existencia y los relegamos a un plano secundario, nos envolvemos en el autoengaño nombrándolos y definiéndolos como si tuviéramos la sapiencia y la claridad de las vidas de los otros.
El sentido de este texto va más en recordar que nos están manejando de maneras insospechadas. La manipulación a la que estamos sujetos es bastante difícil de observar, nuestro mundo simbólico ha sido conquistado y no tenemos ninguna intención de deshacernos de ésta ya que creemos que esta nueva forma de ver la vida lleva nuestra propia impronta. La pelea que continúa no sé cuando será, pero será cruenta. La lucha por nuestra información está más cerca, recuperar la dignidad en el mundo virtual es el siguiente paso. “Horrible convulsión de rana decapitada”, recuerdo esta frase al releer mis textos. Frase usada hace mucho tiempo para describir un texto que habla del lenguaje simbólico de los indios Pueblo en América del Norte (Warburg, Aby, El ritual de la serpiente, Sexto Piso, 2008). Mejor para mí pensar que esto es una “horribles convulsiones de homínidos desimagenizados”.
Créditos de la imagen: Soundgarden Superunknown album cover
Parece Ser, en rehabilitación y reconstrucción. Lentes, nariz chueca y dientes torcidos.
“La lucha por nuestra información está más cerca, recuperar la dignidad en el mundo virtual es el siguiente paso.”
Me encantó esta frase…
Quedarnos en el piso, lejos de las imágenes, dejar de convulsionar al fin, desintoxicarnos, y –aunque con heridas y sangre en el cuerpo– romper el cerco de las imágenes. Genial metáfora.