Jesús, el tlaxcalteca
XXIV Edición15 de marzo de 2021-¿Y no estás nervioso?- me dice el Murrieta, y toda la gente a’i de encimada me pone los ojos encima así bien bravos mientras yo me siento en la barra, pa’ que me vean todos, ¿veá?
Nambe -le digo- yo soy actor de aquellos de los que ya no hay, yo me la aviento así fleta’o y todos así con cara de “este pinche loco”. Por allá alguien dice que yo me creía el próximo Pedro Infante, pero nah, ese pela’o se quedó chacualeando con Pepe el Toro, no fue de los de a de veras, porque lo difícil ya lo hice, pegar el brinco de Monterrey pa’cá pa’ Tlaxcala. Aquí ya uno tiene más oportunidá de…
-Pero, Jesús- pinche Murrieta, me saca un pedo.
-¿Qué quieres?- le digo mientras me aviento mi tequilita y que me dice que cómo no voy a estar nervioso si la obra es ‘orita en unas horas. Le explico que yo he sido creyente desde que era chavillo, por eso me sé el Vía Crucis de atrás pa’delante y de adelante pa’trás. Al personaje ya lo tengo bien estudia’o, entiendo lo que sintió cuando lo traicionaron y se lo agarraron a latigazos al pela’o. Yo al pinche Judas donde me lo tope le voy a meter sus chingadazos, y lo digo de a de veras, eh, porque le gente como que se asusta y se hace así pa’trás, ira, hasta me sirve otro tequilita el de la barra. -Saluuuuud- que les grito a la raza y me hacen segunda todos.
Me bajo de la barra y se me acerca el Murrieta pa’ preguntarme que cómo le hice pa’ entender al Yisus. Lo dejo tantito con la duda, porque me volteo pa’ decirle al de la barra que me sirva otro.
–Ira, Murrieta- le digo mientras me acerco a aquella mesa y agarro asiento. Jesús tiene una manera de ser muy de él. Tienes que entender que el pela’o es Dios, pero en chavillo, o sea que se siente to’poderoso. Él sabe que se lo empaletó el pinche Judas y que lo van a crucificar, se siente traiciona’o. Va a dar la vida por sus hijos, se siente tristón. Es nomás de ponerte en sus chanclas pa’ que sepas qué siente uno, ¿vea?
Me dice Murrieta que él ha intentado entender al Yisus, pero que nomás no, que le falta callito en esto de la actuación.
Yo ya le agarré la forma, y nomás digo eso como pa’ crear la curiosidá en el pela’o éste, porque dejo que se haga el silencio mientras le doy un trago a este tequilita que está con madre, sirve pa’ los nervios, aunque me faltan unos traguitos pa’marrar y andar al cien.
Me lo empino y me volteo pa’ decirle al de la barra que se sirva otro igualito, dejando todavía al morrillo de Murrieta con las ganas. Justo me acaba de servir el tequilita el de la barra y me lo zumbo, y lo alcanzo con la botella en la mano. -Ya que andas a’i, ‘manito– le digo, y se tarda unos segunditos en sedvírme otro. Aijuesupinchemadre, ‘ta bueno éste, eh. Al fin le digo al Murrieta mi tégnica, le digo:
–Ira, ca’, a mí se me hace un poco más fácil por shingos de cosas.
Y que me dice el Murrieta: -¿Shingos?-
Y le digo: Sí, ca’, chingos. Pa’ empezar me llamo Jesús, de ahí ya tengo tantita ventaja porque si al pela’o le dicen -oye, Jesús- pos él voltea a ver quién shingados le está hablando, ¿veá? Conmibo es igualito, pa. Ira, háblame, y dice Murrieta, así como sacado de pedo “Jesús”, y le digo que mande, le digo, y luego el wey pone cara de sorbres y le digo:
-¿Ya viste, gabrón? Así le hacemos los actores de a de veras.
Mientras el wey pone cara de -¿qué pedo?-, yo aprovecho y me zumbo este tequilita que tenía pendiente. -Te falta callo- le digo al pela’o mientras bongo el vasito en la mesa, yo creo que con otros tres ya ando shido.
-¿Y qué más?- me dice el wey.
Y yo le digo: -¿Y qué más qué?-
Y me dice: -Pues dijiste que entiendes a Jesús por shingos de cosas -ah, ca’on, es cierto, ¿cuántas cosas llevo?, no pos sepa la madre.
Ira -le digo-, otra gosa es que yo me aventé la de La Basión de Cristo, la del Mel Gimson, ahí en el autocinema ‘Redro’, y ‘ta buena, ‘ta buenera, a’i es donde ves gomo se sentía el Yisus de a neta. ¿Puedes inmanijarte lo que sintió guando le pusieron la gorda ésa? -y el pela’o pone cara de que no endendió lo gue dije, entonces agtúo como si me estuviera poniendo la gorra, porque le hago con las manos como un cirgulito y me lo bongo en la cabeza- la gorda esa que le pusieron, Murrieta -y dice el Murrieta que no se llama gorda, que se llama “corona”, le digo que era el mismo pedo, que las dos te las pones en la chompa.- Chingá, ¿y este tequilita guién me lo drajo? Pos ni que le fueraser el feo, ¿veá?
-Tranquilo con la tomada, maestro- me dice el bela’o este hijuesupinchemadre. ¿Guién se cree? Ahorita mismo me aviento el odro pa’ que eva que a mí no me vandar diciendo nada. Dice el wey que me lo dice borque no guiere gue se me olvide na del dialgo, dialg, diá lo go, pero, ¿a mí gué se me vaolvidar eso? El binche Bedro se avienta un canto con el pinshi gallo ese gue no cierra el pico en tres meses. Luego vienen unos vatos, así bien sobres, como pa’ endrarle a unos shingadazos y les pregunto gueaguién buscan, “A Jesús”, dicen, pos a’i mero me les bongo al brinco, borque yo a’i salto por los abósfores. Bolas buto, que el pinshi Bedro le filetea la oreja a un wey, “tenga, mijo” le digo al mocho y se la tengo que begar de regreso pa’trás.
El pinshi Murrieta se me gueda viendo con gara de “‘uta ps ‘ta weno“, gomo si me las diera de mamilas, pura embidia el pela’o éste. Ya ni lo aguando, si le sigo viendo al jeta ahorita misbo le tumbo esos pinshis diendes.
-A’i tan tus pinshes goronas– le digo señalándole todo el hocigo brilloso, y el güey nomás se para y se va a la shingada. Gué weno gue yase fue ese gabrón, borque hasta la badre me tenía, y me refiero a mi badre María, no la de a verdá, o sea, hasta la badre badre. Ya me engabroné nomás de bensar en ese wey, shingabradre, con otro tecliita se me basa, vasaver. ¿A guién le hablas, güey? Pos a ti, güey, bírame en el esbejo, a ver, deja voal baño pa’ verte. Ah, a’i ‘tas hijoetupinshemare, échate agüita pague se te baje lo caliente, o éshate un coyotito aguí en el baño, eeey, deja me jeteo un ratito nomás, bero un ratito pa’ no llegar tarde a la blaza.
-¡Jesús! ¡Jesús!- me levando y veo el hocigo del Murrieta brillando, le digo gue gué jiere, y me dice que ya vampezar la obra, que me vaya pa’ la plaza. Ora, pos a ver gómo me levanto borque pinshi baño está bien raro. Shhh, Murrieda, ¿padónde me vas a llevar? Aguí déjame, yo veo cómo liago baírme bayá.
Total que me trae el Murrieta, y todo la guaza del elenco me anda viendo como si estuviera hasta el rifle, ‘tons gue me les pongo enfredne a todos y les digo: –Lo les aseguro -así como entrando en bersonaje, ¿veá?- que suio es el reino de los hielos- y gue se me acerca una morra y me avienta una destas madres, ¿gómo seaman?, las destas, ‘mbre, ándale, una túnica, gue borque ya vamos a embezar, y también me da un vasito gon agua, que pague se me baje el pedo, pero lo gue no sabe es gue yo a esta agüita la puedo combertir en un vinito de aquellos.
-Buenas noshes– dice una morra, ashingá, es la gue me dio la túnica, ¿cómo llegó allá? ¿De dónde sacó el migrófono?, yo tambéin guiero uno. -Bienvenidos a la representación del Vía Crucis por parte del municipio de Contla, patrimonio del estado de Tlaxcala. Embreve daremos inicio a la bresentación.-
Ay güey, ya vamos a embezar, ¿qué pasaba con el gallo? La me andan entrando los nervios, chingá. ¿Ontá mi tequilita pa’ quitármelos diuna? ¿Otro vaso con agua? ‘Tamadre, bueno, así mero. Ándale, me faltaba mi migrófono.
-Sí te sabes tus líneas, ¿verdad?- me dice la morra esta de las túnicas, ah, pos la del migrófono, me salió teletransportista la morra ésta. Le digo gue se tranquilice, gue va a salir divino, y abro los brazos así como pa’ que me dulcifiquen, digo, crucifiquen. Se lleva el migrófono a la boga la morra ésta y dice:
-Para comenzar, nos ponemos en presencia del Padre, del Hijo, y del Esbíritu Santo, amén.
Gue Diosito me bendiga.
Créditos de la imagen: Pixabay, https://pixabay.com/photos/bronze-cruise-lake-constance-646258
A veces digo lo que escribo, pero realmente escribo lo que digo.
Músico. Lector. Humano.
Deja un comentario