Años bisiestos
IX Edición (Temática: Vejez)17 de agosto de 2020La gente cuenta que un día nos haremos viejos, que nuestra muerte será digna y que los pecados se contarán para que la culpa los reviva.
Según las estadísticas las mujeres nos morimos menos. A mis cincuenta y ocho me diagnosticaron una hernia por el peso de los años, apenas llevaba 42,674,321 palabras, me quedaban veintiséis periodos de 365 días con sus respectivos bisiestos para ir al baño unas 26,208 veces (eso sin contar los días malos). Le sonreí al tinte que me devuelve la vida, al dolor de los huesos, que es el único que me acompaña, y me sentí segura porque a mis 42,675,160 palabras me juzgan menos, hablo más y ya no confío en ser sensata. ¿Qué sensata puede ser una? Si cuando se es vieja apenas se entiende la vida, y no lo digo en sentido figurado, yo jamás he entendido un carajo, nunca se es lo suficientemente vieja como para comprenderlo todo ni lo suficientemente joven para vivir alguna etapa feliz de estupidez plena. Estoy casi segura que cuando se es vieja no se tiene ganas de nada, por eso uno se vuelve insensible a la idiotez del otro y -después de 84 años escuchando- uno puede elegir morirse. Es más fácil que vivir esperando a no hacerlo, así al menos hiciste algo pero, ¿qué sabrán los jóvenes de eso? Si el error, nuestro común denominador, apenas y se menciona y uno -de vieja- se siente a salvo de los pecados pasados que cada día nos dejan más santos, siempre más bonitos y menos malos.
Así que los viejos deben de ser sensatos, para guiar y ser cuidados, porque todos mueren por cuidar a sus padres. Es un deporte extremo en el que sólo sobrevive el más fuerte, que generalmente es el más viejo. Y es que están hechos de otra madera -dicen- y uno piensa que la juventud es inútil, estoica, imberbe y muy taruga. Antes los tarugos te sujetaban las camisas, ahora el tarugo es uno que le tiene más miedo a la vida que a la muerte.
Créditos de la imagen: André Derain, El puente de Waterloo, https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/derain-andre/puente-waterloo
El árbol, llama sin cesar
Es un buen inicio de algo, una narración de juventud, de sobrevivir de forma extrema. Sigue trabajando con tu estilo y vete soltando para que cada vez sea más fluido. A seguir escribiendo!