LXIII Edición: Temporada de lluvias

Las etnias, los colonos y el lago que se cree mar.

África ha sido uno de los continentes que ha cambiado mi manera de pensar y de ver la vida. La responsabilidad social que tiene la humanidad beneficiada de la explotación de los recursos naturales en África es abismal. Durante casi dos años viví en Burundi, ahí pude viajar un poco por la región, pero entender las dinámicas de una sociedad africana como la burundesa toma mucho más que dos años, sobre todo empatizar con su dolor. Lo más raro para mí fue intentar entender la larga problemática étnica hutu-tutsi que ha llevado a su sociedad a múltiples masacres a lo largo de la historia de la región. Hablo de la región, porque esta problemática étnica afecta varios países, algunos comparten un lago, uno de los más profundos del mundo, el lago Tanganyika.

Las primeras impresiones que tuve sobre el conflicto y su sociedad de manera muy breve: la etnia se transmite únicamente por el padre, es decir: padre hutu + madre tutsi = hijo hutu y otra opción padre hutu + madre hutu= hijo hutu… lo demás es tutsi. Pero un momento, ¿por qué es tan importante esto de las etnias? Bueno, durante bastantes años los colonos belgas empoderaron a la etnia minoritaria tutsi, ellos tenían acceso a una vida académica y no tanto rural, trabajos que no demandaban fuerza física o de campo, también la vida política-económica del país fue reservada en cierto sentido a esta etnia minoritaria que ahora mantiene el poder en Ruanda, el país vecino. 

Mientras que la mayoría hutu, no tenía acceso a trabajos que no fueran aquellos que requerían la fuerza física o bien los que la etnia tutsi o colonos belgas no querían desempeñar. Durante todo este tiempo, la etnia hutu fue formando una fuerte resistencia social, odio y sobre todo identidad étnica-nacional. Según algunos de los primeros vestigios étnicos que encontré, las personas fueron codificadas por los primeros colonos por sus medidas y condiciones físicas. Según la población con la que compartí largas charlas, los hutus usualmente son personas más pequeñas, de facciones más gruesas, pero uno de los factores determinantes es: la nariz. 

Los tutsis se auto-identifican por su altura, rasgos físicos más delicados y muchos de ellos por su alto nivel educativo.  Lo más importante de esto, es que al preguntarles sobre su origen, ninguno comparte públicamente su etnia o su historia, pareciera que esta ha sido borrado y reescrita múltiples veces. Algunos de los tutsis con los que hablé argumentaban que provienen de poblaciones nómadas de Etiopia, para mí aún no hay certeza, quizá debo seguir investigando.  La única precisión política que identifiqué es que ahora la mayoría hutu tiene el poder político en Burundi, mientras que en Ruanda hay un presidente tutsi que ha permanecido ahí desde el gran genocidio, es decir más de 20 años. 

Algunas veces sentí el rencor profundo provocado por la exclusión social que vivieron los hutus, ya que muchas generaciones de esta etnia no pudieron ir a la escuela o acceder a servicios públicos o privados, por el simple hecho de pertenecer a una etnia. Los hutus también argumentan haber sido víctimas de masacres sistemáticas que no tienen fuerte resonancia en la comunidad internacional, también se dice que más que un gran genocidio, lo que pasó con la gente hutu fue una prolongada situación de rezago, injusticia, exclusión y racismo; lo que convirtió el odio hacia los tutsis en un sentimiento justificado.

Lo curioso de la situación es que en Burundi y Ruanda se habla casi la misma lengua, algunas diferenciaciones y pronunciación harían distinguir que la persona ha estudiado, vive o es originaria de Ruanda o Burundi. Esto parece ser una característica social provocada que permanece así para facilitar la identificación de las personas hutus y tutsis entre ellos, porque a estas alturas es muy difícil distinguir por el físico quién pertenece a cuál etnia, sobre todo siendo extranjero.  

Todas las  personas de piel blanca, sin importar su nacionalidad, son llamados “musungus”, que, si entiendo bien, significa “hombre blanco” en suajili. Sin embargo, algunos blancos también pueden ser llamados “chinois” ya que Burundi mantiene una fuerte vinculación comercial con China, lo que implica la presencia de personas de dicha nacionalidad. Cuando siendo blanco caminas por las calles o colinas quizá seas llamado musungu o chinois. Siguiendo con Asia también hay influencia de una ola de migraciones pakistanís, que según entiendo llegaron ahí por el tráfico de recursos naturales y de esclavos, incluso hay un barrio en la ciudad de Bujumbura que concentra restaurantes y población pakistani, así como también un par de mezquitas. Este pequeño país, como es llamado, está sobrepoblado, aislado y muchos musungus aún se niegan a salir de ahí, reclaman que aquel es también es su país. 

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